“ORÍGENES Y DETERIORO DE LA CRISIS DE LA DEUDA EXTERNA DOMINICANA EN EL SIGLO XIX”

Discurso de ingreso de Eduardo J. Tejera como miembro de número de la Academia Dominicana de la Historia, pronunciado el 31 de enero de 2023.

Distinguido Dr. Juan Daniel Balcácer,

Presidente de la Academia Dominicana de la Historia;

Honorables Miembros de la Junta Directiva;

Honorables Pasados expresidentes de la Academia;

Distinguidos Miembros de Número y Correspondientes;

Señoras y Señores:

Me es un alto honor dirigirme a ustedes en esta solemne ocasión de tanta significación para mí, en lacual presento mi discurso de ingreso como Académico de Número de esta venerable Academia Dominicana de la Historia. Estoy muy agradecido de los colegas académicos que presentaron mi candidatura para recibir esta alta distinción, al igual que a la Asamblea de los Miembros de Número, máximo organismo de la institución, por haberme elegido para ocupar el sillón “T”; elección que recibo con humildad, responsabilidad y con motivación. 

Para mí es de particular significación ocupar el sillón “T” que antes perteneciera al admirado intelectual Dr. Adriano Miguel Tejada, dedicado académico, periodista, abogado e historiador, quien triunfó en cada una de sus vocaciones y trabajos que tuvo durante su rica y exitosa vida. Fue maestro de periodistas, que dirigió periódicos como La Información, ayudó a fundar El Día, y por largos años fue director del prestigioso Diario Libre, en Santo Domingo. Como académico fue profesor y director del Departamento de Ciencias Jurídicas y Decano de la Facultad de Ciencias Sociales de PUCMM.

El Dr. Adriano Tejada fue un escritor e historiador prolífico. Escribió obras emblemáticas, como Constitución Comentada de la República Dominicana, Tradiciones Mocanas, Diario de la Independencia, El Ajusticiamiento de Lilís, 100 Años de Historia y fue coautor de Historia de la República Dominicana y de numerosos artículos, ensayos y conferencias nacionales e internacionales. 

En esta ponencia nos dedicaremos a exponer y analizar el grave problema del deterioro de la deuda externa dominicana durante la segunda mitad del siglo XIX. Expondremos cómo, debido a la irresponsabilidad y corrupción de los gobernantes de turno, el país cayó en un caos e incumplimiento financiero de 1869 al 1907 al no poder cumplir con los pagos de intereses y amortización de los préstamos y de los bonos internos y externos. Esta situación terminó en un grave problema económico, que forzó la entrega de las aduanas nacionales, primero a las casas financieras europeas, después a una compañía norteamericana y finalmente al Gobierno de Estados Unidos, llegando a la creación de la Receptoría General de Aduanas, administrada por un funcionario estadounidense del 1904 al 1940.

Orígenes de la Crisis de la Deuda Externa. 

A continuación, planteo cómo durante los gobiernos de José María Cabral, Buenaventura Báez y Ulises Heureaux, estos tres presidentes negociaron y contrataron créditos externos y colocaron bonos de la República de forma onerosa e irresponsable, que aumentaron rápidamente la deuda externa e interna al punto que no se podía pagar a los acreedores por falta de dinero. Esto colocó al país en una situación muy delicada y vulnerable frente a las casas bancarias que manejaron los empréstitos y con los gobiernos de Holanda, Inglaterra, Bélgica, Francia y los Estados Unidos. Lo peor fue que como garantía del repago de los diferentes préstamos, la administración de las aduanas y el manejo y recaudación de los ingresos arancelarios fueron entregados a empresas privadas. Es decir que, con los préstamos de las casas bancarias Harmont, Westendorp y la Improvement, gradualmente el país fue perdiendo parte de su soberanía financiera.

De las primeras gestiones para obtener un empréstito internacional fue la encomienda dada por el presidente José María Cabral en 1866 al gestor financiero Ligerde Libessart, radicado en París, para que lograra concretizar un préstamo de 10 millones de francos, que el presidente necesitaba para financiar las operaciones del gobierno, cumplir con los acreedores internos y para compras de armas. 

Libesssart era en ese momento cónsul de Bolivia en París y se movía en círculos diplomáticos y de banqueros franceses. Logró presentar una oferta de crédito, pero después no fue conocida por el gobierno y quedó desestimada. El presidente Cabral volvió a dar poderes para que se gestionara un nuevo préstamo en París. Esta vez, en noviembre de 1866, como agente financiero apoderó al señor Jacobo Periere, quien enseguida se dedicó a realizar gestiones con varias casas bancarias europeas. Pero no logró conseguir el empréstito de 400,000 libras esterlinas en Londres. 

Finalmente, Periere gestionó y logró obtener el crédito en París con la casa Emilio Enlanger & Co., y firmó el contrato como apoderado del gobierno. Cuando el presidente Cabral sometió al Congreso el convenio de préstamo para su aprobación, después de consultas con abogados y diputados, fue rechazado por oneroso con condiciones inaceptables. En las dos gestiones financieras, Cabral no logró conseguir los recursos que necesitaba. 

Varios eventos marcaron la cuarta presidencia de Buenaventura Báez de 1868 al 1874. Primero, desde el inicio del gobierno el mandatario comenzó negociaciones para arrendar la península de Samaná a los Estados Unidos. También negoció con aventureros y cabilderos norteamericanos para que se lograra firmar un innoble contrato de anexión a los Estados Unidos, que afortunadamente no fue aprobado por el Congreso estadounidense, a pesar de la insistencia y presiones del presidente Ulises S. Grant. La segunda política de Báez fue su reiterado empeño en buscar y concluir negociaciones en Europa para obtener recursos de préstamos y de bonos.

El 21 de junio de 1868, el presidente Báez otorgó poderes al coronel norteamericano Adolphe Mendes, Encargado de Negocios del país en Francia, para que gestionara un empréstito por 420,000 libras esterlinas en París, o en cualquier otra capital europea. El secretario de Estado dominicano, Manuel María Gautier, se dirigió al coronel Adolphe Mendes, encargándole que gestionara el crédito con el agente financiero Edward H. Harmont. Finalmente, el 1 de mayo de 1869 se suscribió el contrato de préstamo, firmando por la República el ministro de Hacienda, Ricardo Curiel y Edward Harmont, por la casa bancaria. 

El especulador Harmont solo llegó a avanzar al gobierno la suma de 38,095 libras, que ni siquiera llegó a la cantidad de 50,000 libras esterlinas estipuladas como adelanto en el contrato. El préstamo tenía un plazo de 25 años, al 6 % de interés y pago anual fijo de 58,900 libras. Lo más escandaloso fueron las garantías y comisiones permitidas por Báez a sus ministros y a los agentes financieros externos, quienes se vieron implicados en acusaciones de dolo por las inmensas comisiones que Hartmont repartió de más de 100,000 libras, casi el 25 % del empréstito. 

El artículo 10 del contrato representó una enajenación de la República, pues se le concedió a la casa bancaria, como garantía de repago, las recaudaciones directas de las aduanas de Santo Domingo y Puerto Plata, y por el artículo 11, se autorizó a los prestamistas a designar empleados en ambas aduanas, para firmar; “los recibos expedidos por los receptores” y además “colectar los derechos hasta la concurrencia de la suma necesaria para el pago de los intereses y de la amortización del empréstito, y enviarlo al Consulado Británico en la ciudad de Santo Domingo, el cual los remitirá mensualmente a Londres”. 

Al final la operación fue una estafa de Harmont quien además colocó los bonos sin ninguna autorización entre agentes y el público londinense por la elevada suma de 757,700 libras esterlinas en el mercado de Londres. Los fondos nunca ingresaron al país. Este endeudamiento fraudulento fue el primero de una serie de emisiones de bonos de la nación que contribuyeron al colapso y a la peor crisis de la deuda externa. El historiador César Herrera, escribió; “La soberanía nacional quedaba en poder de los prestamistas. El oneroso proceso de tan turbias negociaciones, a lo largo del tiempo, culminaría en 1916 con una dominación exótica, en nombre de acreedores extranjeros, cuyo origen era el empréstito Hartmont…al concluir fríamente la vasta estafa, que aniquiló la vida financiera del Estado dominicano durante más de medio siglo, con sus terribles consecuencias para la vida general del país”.

Durante los próximos trece años, de 1874 al 1887 existieron varios gobiernos en la República, algunos de muy corta duración, de uno a dos años. Eran tiempos de las peleas políticas entre los partidos rojo y azul, representando los dos principales movimientos políticos. Desde que Ulises Heureaux (Lilís) ascendió a la presidencia en 1887 hasta su muerte en 1899 repitióla historia de los préstamos onerosos y fraudulentos que enajenaron aún más al país y quebraron la moral colectiva y la soberanía nacional. Fue una época turbulenta, de falta de integridad y patriotismo de sus gobernantes. Desde 1887, el presidente Heureaux designó como agente fiscal para gestionar préstamos en Europa al ministro Eugenio de Marchena.

Finalmente, para e1 1888 se terminó de firmar el crédito con la firma bancaria Westendorp & Co., de Holanda. Esta casa financiera gestionó la venta de bonos dominicanos en varias capitales europeas. El gobierno de Lilís realizó con la Westendorp dos importantes operaciones de préstamos, ambas muy onerosas para el país. El primer préstamo en 1888 fue de 770,000 libras, a un plazo de 30 años al 6 % de interés. El instrumento final, firmado por el ministroMarchena en Ámsterdam, el 16 de agosto de 1888, en su artículo quinto, expresaba: “Se creará en Santo Domingo el 1 de noviembre de 1888, una Caja General de Recaudaciones de Aduanas, — llamada La Regie — que será encargada de efectuar el ingreso de los derechos de importación y exportación percibidos en todos los puertos de la República actualmente abiertos al comercio exterior, o que puedan serlo en lo adelante. Esta Caja General de Recaudación será administrada por los delegados nombrados por los señores Westendorp & Co., o los que representen sus derechos hasta la extinción del empréstito”. Esta entrega de las aduanas a la Regie fue algo insólito que cercenaba la soberanía financiera y política del país. 

El historiador César Herrera expresó esta opinión: “La República, por obra y gracia de sus gobernantes, daba un nuevo paso hacia el abismo. Este empréstito constituyó un fraude mayor que el de Hartmont…La operación con Westendorp fue de consecuencias incalculables, porque la República no pudo desligarse de sus ataduras hasta el 1947”.  Lo más lamentable fue que la Westendorp para salir del país y vender sus derechos en 1892 buscó un grupo de financistas norteamericanos para que formaran una compañía y así traspasarle todos sus derechos y concesiones. Esta operación de venta de derechos se hizo sin la aprobación previa del gobierno dominicano. Fue entonces cuando se realizó la peor y más criticable de las operaciones, con graves consecuencias políticas para la nación, al entrar la firma prestamista conocida como Santo Domingo Improvement Co., de Estados Unidos. 

La Santo Domingo Improvement Co, creó también dos firmas filiales: la Santo Domingo Finance Co., para colocar bonos en los mercados bajo otro nombre y la Santo Domingo Railway Co. El dictador buscó por esta vía la colocación de 300,000 libras, que fueron justificadas para financiar la prolongación del ferrocarril de Santiago a Puerto Plata y otras inversiones y pagar deudas internas.

La entrada de la compañía estadounidense Improvement Co. dio un giro brusco a la situación financiera dominicana y al cuadro geopolítico del país. Como los dos préstamos fueron firmados de manera casi secreta, de pronto, al firmarse el contrato de cesión en 1893, el mayor acreedor del país se convertía en una empresa norteamericana. La situación era aún peor, toda vez que la prestamista era totalmente respaldada por su gobierno, lo que dio paso a que Estados Unidos dominara las finanzas dominicanas y a la vez tomara el control de las aduanas, cayendo así el país en la órbitade la diplomacia del dólar. 

Pero la más funesta operación entre la Improvement y el gobierno dominicano fue la llamada reconversión de la deuda exterior. Por instrucciones del presidente Lilís, el Congreso aprobó el 9 de agosto de 1897 la Ley de Reconversión, con el objetivo de que la Santo Domingo Finance Co., comprara las deudas de la Westendorp. El objetivo fue consolidar las deudas,intercambiarlas con descuento y fusionarlas. 

Muchos de los acreedores europeos no aceptaron el descuento de sus acreencias y no se integraron a la reconversión, lo que complicó más el panorama financiero de la República. Como consecuencia, en lo adelante las aduanas y sus recaudaciones pasaron de manos privadas europeas a manos privadas norteamericanas, con graves implicaciones para el país.A continuación, se presenta un cuadro con una síntesis de los préstamos y bonos emitidos durante la segunda mitad del siglo XIX.

RESUMEN DE PRÉSTAMOS INTERNACIONALES SIGLO XIX

Nueva etapa tras la muerte de Lilís.

Con la revolución de 1899, que siguió tras el ajusticiamiento del dictador Heureaux, el 26 de julio de ese año, se abrió un nuevo capítulo en la política dominicana. De las primeras elecciones libres en varias décadas resultaron electos como presidente Juan Isidro Jimenes y Horacio Vásquez como vicepresidente y ambos se juramentaron el 15 de noviembre de 1899. Si bien el gobierno estaba en bancarrota y sin dinero y las aduanas en manos de la Improvement Co., el presidente Jimenes comenzó a organizar las finanzas nacionales y a buscar soluciones con los acreedores extranjeros tenedores de bonos. Para 1900 la República tenía una deuda externa de US$ 24 millones, más la deuda interna a suplidores, comerciantes y bancos que ascendía a US$ 10.1 millones, lo que era una cifra de deuda inmanejable.

La situación financiera imperante y la incapacidad de pagos del país, creó una enorme presión para cobrar de los acreedores, que eran protegidos por sus gobiernos. El presidente Jimenes intentó renegociar con la Improvement para recuperar el control de las aduanas y repartir los ingresos y pagos entre todos los tenedores de bonos, no solo para esta empresa. Por esta razón, el 10 de enero de 1901 el gobierno tomó unilateralmente el control de las aduanas a la Improvement y acordó entregar el 40% de los ingresos para pagar a los acreedores. Pero la casa bancaria protestó y presentó sus demandas ante la Departamento de Estado norteamericana, solicitando la protección oficial de su gobierno, que no tardó en intervenir y manipular a favor de la Improvement, iniciándose así un proceso de injerencia oficial norteamericana.

El presidente Jimenes fue depuesto por una asonada militar y asumió el poder su vicepresidente Horacio Vásquez, quien continuó las negociaciones con la Improvement para llegar a un arreglo sobre las aduanas y la reprogramación de pagos. La compañía exigía el pago de US$ 11 millones para ceder sus derechos y propiedades en el país, en particular el Ferrocarril Central Dominicano. 

El gobierno insistió en que existían deudas falsas y documentos ilegales que no se debían pagar y eran objeto de altos descuentos y reestructuración. Después de complejas negociaciones, el 31 de enero de 1903, se firmó un Protocolo mediante el cual la Improvement aceptaba el monto de US$ 4.5 millones, como deuda reconocida y se dejaba la forma de pago a definir en un arbitraje internacional integrado por tres expertos. El citado Protocolo fue negociado y firmado por Emiliano Tejera, ministro de Hacienda, y Juan Francisco Sánchez, ministro de Relaciones Exteriores. La compañía fue representada por John T. Abbot, funcionario de la Improvement, y por William Powell, ministro de Estados Unidos en Haití y Encargado de Negocios ante el país. El Protocolo fue un avance, pero no un acuerdo definitivo. Se tuvo que aceptar que el gobierno norteamericano se encargara de pagar a los acreedores y de nombrar a un Agente Financiero, con el mandato de administrar las aduanas, depurar las cuentas y realizar los pagos. 

La próxima operación sería el Laudo Arbitral que es la sentencia de un proceso de arbitraje internacional dictada por el grupo de tres expertos escogidos por el gobierno dominicano, el de Estados Unidos y un técnico financista independiente. Fue un proceso negociador de un año que emergió de los acuerdos del Protocolo.

Los tenedores de bonos europeos protestaron, pues se sintieron afectados en sus acreencias, al darle prioridad a las deudas de la Improvement. Esto causó reclamaciones y demandas legales y la presión militar de los gobiernos europeos, que amenazaron con enviar buques de guerra a Santo Domingo. La opinión pública del país estuvo en contra del Laudo y exigió su anulación por considerarlo oneroso.  Pero eso era imposible, pues se firmaba, o las potencias europeas o Estados Unidos podían invadir al país. La próxima operación del grave problema de la deuda fue el llamado Modus Vivendi, que se firmó el 31 de marzo de 1905, entre el gobierno de Carlos Morales Languasco y el gobierno de Estados Unidos, presidido por el Theodore Roosevelt, que estableció una fórmula de repartición de los ingresos. 

Se acordó pagar en partes proporcionales a los tenedores de bonos en manos de otros países, decisión que fue muy bien acogida por los intereses europeos. Se creó la famosa Receptoría General de Aduanas,administrada y dirigida por un delegado norteamericano designado por el presidente de ese país. Las recaudaciones arancelarias se repartirían, un 50 % para pagos de acreedores, un 45 % para el gobierno dominicano y un 5 % para los gastos de la Receptoría. Es decir que, de este momento en adelante, y durante cuatro décadas, todas las aduanas y sus ingresos y egresos para pagos fueron realizados por el receptor oficial norteamericano.  

En medio de estas trascendentales negociaciones, la situación política y militar interna se deterioraba por día. Hubo oposición al presidente Morales Languascopor la firma del Modus Vivendi y por aprobar la creación de la Receptoría General de Aduanas. El país se negaba a aceptar lo que era casi ineludible frente a su bancarrota y su imposibilidad de pagar a sus acreedores. Las luchas fratricidas no cesaban ni en elmedio de tan difícil situación de crisis. En diciembre fue derrocado el presidente Morales Languasco, siendo sustituido por el vicepresidente Ramón Cáceres (Món), el 29 de diciembre de 1905, y quien dirigió los destinos nacionales hasta 1911. 

Ramón Cáceres continuó las negociaciones con los Estados Unidos y los problemas y reclamaciones de los acreedores, pues, aunque se habían tomado decisiones y creados mecanismos de pagos, no todos los tenedores de bonos estaban satisfechos, ni lo habían aprobado. Para realizar un exhaustivo estudio del total de deudas y depurarlas, el presidente Theodore Roosevelt propuso la designación del profesor y financista Dr. Jacob H. Hollander. La misión del experto fue precisamente investigar la realidad de las deudas, sus montos y distintos acreedores, intereses acumulados, los principales vencidos, depurarlas y sanearlas y recomendar soluciones. Hollander estimó que la deuda total ascendía a US$ 40.3 millones, pero que había documentos dudosos y recomendaba su rechazo.

El informe del Prof. Hollander se convirtió en el mejor estudio y más confiable del problema de la deuda externa e interna dominicana, y pronto sería la base para el plan de renegociación con los acreedores con un sustancial descuento y consolidación reprogramada de los pagos.  El gobierno negoció el denominado Plan de Ajuste que produjo un gran alivio a la República y fue una buena negociación.  La deuda se consolidó y se redujo a US$ 17 millones, aceptada por los agentes bancarios y tenedores de bonos europeos y norteamericanos. Se redujo más de un 50 % la deuda interna a los comerciantes dominicanos. 

Para que toda la transacción fuera aceptada de inmediato, había que pagar el monto pactado. El gobierno norteamericano gestionó y garantizó ante el prestigioso banco Kuhn, Loeb & Co, de Nueva York un préstamo de US$ 20 millones, a 50 años y 5% de interés para liquidar la deuda reestructurada y que sobraran US$ 3 millones para el gobierno dominicano.

La siguiente acción fue la formal negociación que concluyó en la firma de la llamada Convención Domínico Americana de 1907, que recogía todos los acuerdos de los últimos tres años. Para negociar con los Estados Unidos, el 6 de febrero de 1907 el presidente Cáceres designó como delegados especiales ante el gobierno norteamericano a Emiliano Tejera, ministro de Relaciones Exteriores y a Federico Velázquez, ministro de Hacienda, y por Estados Unidos fue designado el ministro Thomas C. Dawson, con la finalidad de negociar una convención que recogiera los términos y acuerdos del Protocolo, el Modus Vivendi y el Plan de Ajuste. La Convención Domínico Americanafirmada el 8 de septiembre de 1907 representó la continuación de todos los protocolos y acuerdos ya existentes y vinculantes.

Con la Convención se acabó con el anterior sistema privado de los colectores aduanales representantes de los bancos prestamistas y se ratificó el largo período del control y manejo de todas las aduanas, hasta el 1940, por la Receptoría General de Aduanas por parte de los Estados Unidos. El receptor designado por el propio presidente norteamericano tenía plenas facultades en la administración de las aduanas con la finalidad de recaudar todos los impuestos arancelarios y de realizar la distribución de los recursos para pagar a los acreedores reconocidos. Como señalamos, del total de ingresos anuales de la Receptoría, el 50% se destinaba para pagar la deuda externa, el 45% para el gobierno y 5% para su administración.

La Convención prohibía firmar ningún préstamo nuevo sin la previa autorización del gobierno norteamericano y también se designó a un ingeniero de ese país, como director del Ministerio de Obras Públicas, que era en efecto el ministro. La receptoría fue administrada de manera transparente y eficiente y todos los años enviaba un informe de su gestión con el detalle de las recaudaciones por productos y puertos.

El aumento de las recaudaciones fue constante, ya que existió una buena administración manejada por distintos funcionarios y contadores norteamericanos, con el auxilio de la empleomanía dominicana. Como mecanismo recaudador fue un éxito, y brindó estabilidad financiera a los gobiernos del país, pues de inmediato los ingresos aduanales aumentaron sostenidamente. La receptoría continuó operando por varias décadas, hasta que en 1940 se negoció y firmó el conocido Convenio Trujillo-Hull.  Este tratado concluyó con el sistema de la receptoría, devolviendo la independencia financiera y las aduanas al país. La deuda externa había bajado mucho a través de los años por lo que Trujillo en 1947, y dentro del contexto de la bonanza creada por la Segunda Guerra Mundial, aprovechó para hacer una operación que le permitiópagar el saldo de la deuda que ascendía a US$ 9.3millones

Finalmente, se puede apreciar las grandes dificultades que afrontó el país por la mala práctica de empréstitos fraudulentos en una época sin adecuados marcos legales, sin organismos internacionales de regulación y con mercados de capitales incipientes sin controles nisupervisión internacional. A esto hay que añadirle la falta de leyes e institucionalidad interna, pues los gobernantes corruptos podían hacer lo que quisieran y se prestaban a cualquier operación dolosa. Por último, la continua y permanente inestabilidad política de esa época y la grave crisis de la deuda del siglo XIX y principios del siglo XX dejó una dolorosa secuela en la historia nacional. 

Muchas gracias,

Bibliografía

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Causas de Dos Américas; Modelo de Conquista y Colonización Hispano e Inglés en el Nuevo Mundo. Editorial Dykinson Ltd. y Fundación Carlos III.  Madrid. 2005.

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El Movimiento Nacionalista Dominicano Contra la Ocupación Militar Norteamericana 1916-1924. Editora Luz de Luna. Santo Domingo. 2016.  

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Ensayos Económicos e Informes de la Campaña del 2020; Planes Originales y Crisis del Covid-19. Editora Luz de Luna. Santo Domingo. Diciembre de 2020.

 

 

 

Política económica para frenar la inflación

La mayoría de los países están a la puerta de una recesión económica en 2022-23, pero con el fenómeno de alta inflación, la llamada estanflación. El mundo pospandemia COVID-19 y de la guerra Rusia-Ucrania está afectando a las economías globales. El aumento de precios del petróleo, gas natural, trigo, maíz, metales y otros bienes han disparado la inflación en los países desarrollados a 6.5 % y en las economías emergentes a 9.5 %.

El país se proyecta que crezca en 2022 en un 5%-6%, pero a la vez sufre una inflación interanual de 8.6%. Es decir, no hay una proyección hasta ahora de sufrir una estanflación.

El mundo atraviesa por un período de fuertes presiones inflacionarias y de bajo crecimiento de las economías, el llamado estanflación. El informe Perspectivas de la Economía Mundial del FMI proyecta que Estados Unidos crecerá un 2.3% en 2022, Canadá un 3.4%, la Unión Europea un 2.6 %, Japón un 1.7%, China un 3.3%, Rusia un -6.0%, la América Latina un 3.5%, y la República Dominicana un 5.5% en el 2022. Por su lado, la economía mundial crecerá 3.2%, una notable caída del 6.0% del año anterior. Para el conjunto de América Latina se proyecta un bajo crecimiento promedio de 3.5%.

Las perspectivas de inflación se han disparado para 2022. La inflación mundial se estima en 8.8%, y por países se proyecta que Estados Unidos terminará el año con una inflación de 8.2%, Alemania un 10.0%, Reino Unido 9.9%, España 8.9%, Francia 5.6%, Italia 8.9%, China 2.5%, Austria 9.3%, Bélgica 11.3%, y la Unión Europea 9.1%.

Las proyecciones de inflación para la América Latina son también sombrías de en promedio de 14.6%, como resultado de la crisis económica mundial. Por países, la inflación estimada, es; Argentina 78.5%, Brasil 7.2%, Chile 13.7%, México 8.15%, Colombia 10.8%, Costa Rica 8.7%, Guatemala 9.0%, Bolivia 1.9%, Perú 7.5%, Paraguay 9.3%, Uruguay 9.4%, Venezuela 114.1% y la República Dominicana entre 8.6 %-8.1%.

Sin duda, el mundo vive un ciclo de alta incertidumbre, inflación y muy bajo crecimiento. Los problemas globales son serios y de honda repercusiones. La guerra Rusia-Ucrania, los efectos económicos de la pandemia, la caída de la demanda mundial y el deterioro de los países más afectados, han dejado una secuela de tensiones fiscales, monetarias, cambiarias y de crecimiento del PIB. Las cifras presentadas aquí son elocuentes. Hay un grave choque de la demanda y oferta globales, que golpea igual a los países desarrollados como a las economías emergentes.

El caso dominicano; crecimiento con inflación.

El caso dominicano es sorprendente, pues de una caída del PIB de -6.7% en el 2020 pasó a un crecimiento de 12.3% para el año 2021 y este año se proyecta una expansión de 5.5%. Sin duda, la política económica proactiva del gobierno del presidente Luis Abinader y su constante estímulo al sector privado ha sido muy exitoso para recuperar la economía. Igual, la política de mantener la estabilidad macroeconómica, acompañada de una eficaz política monetaria expansiva y con bajas tasas de interés, en armonía con una política fiscal moderadamente expansiva, ha dado resultados muy exitosos y halagüeños.

La política monetaria y cambiaria ha sido un sostén primordial en la recuperación económica y en el manejo de los agregados monetarios, primero expansivo en el 2020 para mantener la economía con liquidez, y a partir de diciembre de 2021 cuando surgieron presiones inflacionarias, el Banco Central comenzó con un gradual programa anticíclico de aumentar las tasas de interés, el TPM, y a la vez a comenzar a recoger los excedentes de liquidez, para combatir la inflación y apuntalar la tasa de cambio que se ha apreciado desde enero en 7.6%, algo inaudito.

El Banco Central implementó una necesaria política ortodoxa conservadora en tiempos de inflación. La que se aplica en todo el mundo. El objetivo es controlar la inflación, sin detener el crecimiento. En efecto, la tasa de política monetaria fue subiendo de 3 % en noviembre de 2021, hasta llegar a 8.25% a octubre de 2022. De la misma forma ha aumentado la tasa de interés de la facilidad permanente de expansión de liquidez (Repos) a 8.75% anual y la tasa de depósitos remunerados, la overnight, también a 7.75%. La política de alza de la tasa de referencia ha tenido éxito en reducir la inflación desde su pico en abril, que fue 9.4% a 8.6 % en septiembre. La inflación ha ido cediendo, pero no lo suficiente, pues sigue al doble de la meta de 4.0%.

Por el lado de las política fiscal, el gobierno implementó una serie de medidas para mitigar con subsidios el impacto de la inflación sobre el consumidor, el transporte y la agropecuaria. Durante meses se ha subsidiado el precio de la gasolina, el petróleo y el glp.  Los aumentos de precios por encima de US$ 85 el barril, quedan subsidiado por el gobierno. Asimismo, ha mantenido los subsidios y transferencias a los programas sociales destinados a los pobres y vulnerables. También se exoneró de aranceles a la importación de 67 productos agropecuarios, para que reduzcan sus precios al consumidor.

En la República Dominicana se está dando un fenómeno particular, que es que el país se proyecta que crezca en 2022 en un 5%-6%, pero a la vez sufre una inflación interanual de 8.6%. Es decir, no hay una proyección hasta ahora de sufrir una estanflación (inflación sin crecimiento), como Estados Unidos, la Unión Europea y muchos países de América Latina. Nosotros sufrimos inflación, pero con un buen crecimiento. En gran medida, aparte de una adecuada política macroeconómica, el crecimiento de 5.5% proyectado se debe al vigor y robustez del sector privado, que es el motor de nuestra economía.

El gobierno y las autoridades económicas han preferido mantener una política de doble objetivo; de mantener el crecimiento apuntalado por el sector privado, y a la vez sostener una política monetaria conservadora de alzas de la tasa de interés de referencia hasta que se reduzca más la inflación, que es el principal problema económico a corto plazo del país. El aumento de las tasas de interés, naturalmente, afecta al consumo y encarece el costo de invertir. Pero el combate a la inflación es indispensable, pues se reconoce que el peor y más costoso impuesto es la inflación, que afecta más negativamente a los consumidores de medios y bajos ingresos.

El crecimiento proyectado de la economía de 5.5% se debe fundamentalmente a la buena y equilibrada diversificación de los sectores productivos, de empleos y de divisas. En medio de un mundo lleno de incertidumbres y de bajo crecimiento y augurios de recesión, la República Dominicana sigue un curso de desarrollo y expansión. Por ejemplo, el sector turismo mantiene un robusto crecimiento y se proyecta que termine este año con más de 7 millones de visitantes generando un total de ingresos de US$ 8,000 millones.

Igualmente, las remesas siguen en aumento y se espera un total aproximado de US$ 10,000 millones de ingresos. Las zonas francas aumentarán sus exportaciones y generarán cerca de US$ 8,000 millones. La inversión extranjera directa aumentará a US$ 3,500 millones, un nivel muy notable. Como resultado, las reservas monetarias netas se mantienen en US$ 13,800 millones, un nivel muy adecuado para proteger a la economía.

Según el citado informe del FMI, las proyecciones de crecimiento del país para el 2023 bajan un poco a 5.3 %, del 5.5% del 2022. Se reduce solo dos décimas, que significa que el país estará lejos de recesión o crisis económica. Por otro lado, los sectores productivos también mantendrán su sólido crecimiento, como ha sucedido en el 2022. La política fiscal se mantiene estable y sin problemas mayores. Se estima un déficit fiscal de 3.6 % del PIB para el 2022 y de 3.0% en el 2023, cercano al promedio mundial.

El sector generador de divisas y empleos seguirá su marcha de expansión ascendente. El único desafío importante es continuar bajando la inflación para que alcance el nivel de meta-inflación de alrededor de 4%. Habrá que mantener la política de alza de intereses de referencias hasta que ceda y siga bajando la inflación. Los dominicanos no deben albergar temores de crisis, inflación disparada y recesión. Porque el país sigue en buena marcha

Eduardo J. Tejera

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Publicado en Acento.com.do

Logros de la Política Económica

Recién pasado el primer cuatrimestre del 2022 se puede afirmar que la economía marcha por un camino de estabilidad, crecimiento, buenos resultados fiscales, una prudente y adecuada política monetaria y un crecimiento halagüeño de los distintos sectores de la economía. Después de un exitoso 2021, que culminó con un crecimiento de 12.3 % de PIB, la economía en este año marcha por un sendero positivo. Se proyecta que el crecimiento para el 2022 será de 5-5.5 % del PIB, consolidando así la total recuperación de la economía a niveles de pre-pandemia de 2020.

A pesar de todos los desafíos y presiones, el 2021 terminó muy bien para las circunstancias. El crecimiento del PIB fue un sólido de 12.3 %, empujado por un crecimiento del turismo de 39 %, construcción un 23.4 %, zonas francas un 20.3 % y manufactura local 10.6 %. La inflación fue de 8.50 %. La cuenta corriente de la balanza de pagos terminó con un déficit de US$ 2,688 millones. Las reservas monetarias internacionales aumentaron al alto nivel de US$ 13,034 millones. Igual, la inversión extranjera directa fue de US$ 3,102 millones, una cifra notable. Las remesas en divisas alcanzaron la cifra histórica de US$ 10,400 millones. Por otro lado, los ingresos fiscales ascendieron a RD$ 841,243 millones y los gastos a RD$1,004,634 millones. El déficit fiscal total fue de RD$ 144,788millones, o el 2.7 % del PIB, que es una cifra manejable.

El país y el gobierno del presidente Luis Abinader han logrado navegar exitosamente la crisis provocada por el coronavirus, pero ahora el país está sufriendo las grandes presiones inflacionarias causada por la invasión de Rusia a Ucrania. Como consecuencia, durante el primer cuatrimestre se ha sentido la fuerte inflación importada, causada por los aumentos de precios del petróleo, las materias primas como el trigo, maíz y soya, el acero, y los incrementos de precios del transporte marítimo. Estos aumentos han provocado el incremento de la inflación interna a 0.96 % en abril y anualizado alcanzó 9.64 %, que es el tema que más preocupa, aunque sea importada. 

Gran parte de la resiliencia que tiene la economía dominicana se debe a la diversificación de sus sectores productivos y de generación de divisas. No es una economía de postre o basada en productos primarios fundamentalmente. En el presente existen diversos sectores robustos, como el turismo, las remesas, las zonas francas industriales, la manufactura local, el sector financiero, la construcción, la minería y la agricultura. La capacidad de aguante y de reaccionar es mucho más fuerte con una economía tan diversificada.

La política monetaria y financiera ha sido y es muy adecuada para las circunstancias. Para contrarrestar los efectos económicos de la pandemia fue expansiva con varios instrumentos monetarios de expansión para mantener los sectores productivos y dinamizar el crédito para el sector privado. Se inyectó durante la época más fuerte de la pandemia, cerca de RD$ 215,000 millones, como el 5 % del PIB. También se bajó la tasa de política monetaria a 3.0 %, la de facilidades de liquidez REPOS y la de depósitos remunerados (overnight). 

Debido a que la inflación subió a 8.5 % en 2021 y ahora de enero a abril ha llegado a 9.64 %, exacerbada por las repercusiones económica de la guerra entre Rusia y Ucrania, la política monetaria ha tenido que cambiar para contrarrestar las presiones inflacionarias. Como respuesta el Banco Central aumentó la tasa de interés de política monetaria a 5.5 %, las facilidades de liquidez REPOS a 6 % y la de depósitos remunerados a 5 %. También el Banco Central comenzó un proceso gradual escalonado de reducción del exceso de liquidez del sistema. Ambas medidas monetarias son las adecuadas para controlar la inflación. 

Por su lado, la política fiscal también ha sido muy apropiadadurante el 2020-2021, manteniendo una necesaria expansión para financiar los programas de subsidio sociales y ayudas monetarias a los empleados y desempleados, realizar compras de vacunas, medicamentos y equipos y suministros sanitarios. Sin embargo, los ingresos presupuestarios aumentaron, lo que contribuyó a la prudencia fiscal. Con todas las presiones, el déficit fiscal fue solo de 2.7 % del PIB, por debajo de lo presupuestado. La política fiscal del primer trimestre de 2022 ha sido disciplinada y manteniendo el Presupuesto Nacional bajo control y prudencia, terminando a abril con un pequeño superávit de RD$ 9,575 millones y un superávit primario de RD$ 66,687 millones.

En general, ha sido un buen logro del Gobierno y del Banco Central el manejo prudencial de la política económica. El país tiene presiones inflacionarias por los aumentos de precios de los productos primarios y el petróleo en el exterior, pero con las políticas fiscal y monetaria adoptadas, la tasa de inflación se podrá controlar gradualmente hasta llegar a la convergencia de meta inflación para mediados de 2023. Claro, todo dependerá de la situación internacional y del tiempo que dure la crisis provocada por la guerra de Rusia-Ucrania. Pero la economía del país navega por un buen camino y buenos resultados se esperan para el 2022.

Eduardo J. Tejera

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18 de mayo de 2022

 

 

 

 

 

 

 

DECLARACIONES DEL ECONOMISTA EDUARDO TEJERA SOBRE LA REFORMA FISCAL

El economista Eduardo Tejera expresó que considera que es necesario una reforma fiscal, pero estima que debe ser prudente y gradual en dos o tres años, porque la economía del país se encuentra en una crisis económica dedecrecimiento, producto de la pandemia. Señaló que la reforma es necesaria para aumentar las recaudaciones tributarias, consolidar las finanzas públicas y hacerle frente al servicio de la deuda.

Tejera no recomienda una reforma de choque que afecte o disminuya el consumo y la inversión, debido a que este es un momento económico muy difícil para una reforma integral profunda, pues no hay las condicionessocioeconómicas. No obstante, el economista si considera que hay que realizar una reforma que aumenten los tributos directos, como sobre el patrimonio, la propiedad, los más altos ingresos y algunos impuestos selectivos, en particular sobre bienes de lujos. Es decir, que pague más los que más tienen, con sentido de equidad. También se deben revisar algunas leyes de incentivos para reducir las exoneraciones, porque con el avance de los años no son tan necesarias. Hay un buen margen para aumentar las recaudaciones por esta vía.

Consideró que respecto a los impuestos indirectos al consumo hay que tener cuidado y equidad, para no afectara los más pobres y a la clase media, debido a los bajos niveles de salarios, el aumento del desempleo por lapandemia y el mismo rezago de la economía. El momentoes delicado y hay que mantener y ampliar la equidad tributaria. Se necesitan más recaudaciones para sufragar el alto costo de la pandemia.

Tejera ponderó que la sociedad debe comprender que el Estado necesita realizar una reforma fiscal prudente, porque hay que compensar y pagar el alto costo financiero que ha causado la pandemia y la contratación de emisiones de bonos externos adicionales necesarios para financiar la crisis económica y los programas de asistencia social que el Gobierno ha tenido que ejecutar.

Eduardo J. Tejera

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PD: publicado en acento.com.do

21 de marzo de 2021

Resultados Económicos de 2020 y Perspectivas de 2021

El 2020 fue un año extraordinario generado por la crisis sanitaria sin precedentes del covid-19 que produjo en el mundo y en la República Dominicana una gravísima crisis económica y social. La pandemia ha tenido un elevado costo en vidas, sufrimientos y contagios que ha sacudido la vida y la sociedad. Todo cambió en el mundo en este singular 2020. En nuestro país ha producido un casi colapso de la economía, decrecimiento y déficit de las cuentas externas. Más de 183,282 personas se han contagiado al 11 de enero y los fallecidos se han elevado a 2,427 casos.

Por los efectos de una economía semi-cerrada, el confinamiento y el toque de queda, en el 2020 el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) ha caído de manera notable. Se proyecta que, para el año, el PIB habrá decrecido en 6.5 %, una temporaldepresión económica, con graves efectos de desempleo y caída de la producción. El sector más afectado, sin duda, ha sido el turismo, con grandes pérdidas de divisas del orden de 60 %, alto desempleo y cierre de hoteles y restaurantes. 

Resultados del 2020.

Como señalamos, se proyecta que el PIB decreció en un 6.5 % en el 2020, lo que representa un duro golpe para los sectores productivos y de servicios. Se estima que la inflación terminó en5 %. La devaluación de la moneda para todo el año se estima en 10 %, con respecto a finales de diciembre de 2019. La Cuenta Corriente de la Balanza de Pagos concluyó negativa en 1,582millones, o el -2.5% del PIB, agravada por la caída de los ingresos del turismo de US$ 4,000 millones y de ciertas exportaciones, tanto nacionales como de las zonas francas industriales. 

La política fiscal es la que más cambios sufrió durante el 2020, por las fuertes caídas de ingresos tributarios por la crisis y por el aumento de los gastos en salud y los diferentes planes de asistencia social para los trabajadores, como los programas “Quédate en Casa”, “Pa´ Ti, y “Fase I y II”, en adición a los planes que existían, como la tarjeta solidaridad, tarjeta bono gas y de incentivo estudiantil. En efecto, el Presupuesto Nacional original de 2020 ha sido modificado dos veces, una en julio y otra en agosto, realizada por el nuevo gobierno del presidente Luis Abinader. Los cambios en los ingresos y egresos del Presupuesto Nacional han sido muy volátiles y agudos. 

En el Presupuesto Nacional original se proyectó unos ingresos totales de RD$748,200 millones y gastos de RD$858,000millones, lo que producía un déficit de RD$110,300 millones, o el 2.3% del PIB. Esto fue la proyección antes del desastre delcovid-19 y obviamente no se cumplió. Para el primer Presupuesto reformulado en julio las estimaciones de impuestos cayeron abruptamente y los ingresos se recalcularon a RD$673,000 millones y los gastos aumentaron a RD$907,000 millones, subiendo el déficit estimado para el año deRD$234,000 millones, o el -4.9 % del PIB.  

Este último Presupuesto de la administración de Danilo Medina no incluía gastos en asistencia social de agosto a diciembre, lo que fue una decisión irreal e impráctica, más bien política. Era obvio en julio que, si incluían los gastos de asistencia social, el déficit para el año sería mucho mayor del -4.9%, quizás casi el doble, del reformulado. Fue una salida de cosmético político. 

Finalmente, en la segunda reformulación del Presupuesto a finales de agosto realizada por el nuevo Gobierno, se volvieron a reestimar los ingresos y gastos y las aplicaciones financieras de la nueva deuda pública. El presidente Abinader ordenó incluir los gastos de mantener todos los planes de asistencia económica hasta diciembre, lo que naturalmente aumentaba el gasto en salud y seguridad social en más de RD$ 105,000 millones. Una decisión muy responsable, pero aumentaba el déficit fiscal proyectado para el año 2020. Ese era el precio a pagar por la tranquilidad social.

En el Presupuesto reformulado de finales agosto, se proyectaroningresos totales de RD$610,363 millones, con gastos globales de RD$1,029,000 millones, y el déficit fiscal aumentaríanotablemente a RD$ 418,698 millones, o el -9.4 % del PIB. El año se tendría un enorme déficit sin precedente en la historia moderna, producto de la grave crisis económica causada por el virus, la fuerte caída en las recaudaciones y los altos gastos en salud y asistencial social. Sin embargo, gracias a adecuadas políticas públicas, freno a la corrupción y racionalización del gasto, el déficit fiscal terminó el 2020 en RD$ 345,000 millones, o el 7.7 % del PIB. Este fue el déficit real de año.

Una de las consecuencias de la crisis económica y fiscal del 2020 fue el notable aumento de la deuda interna y externa que se produjo para financiar el enorme déficit fiscal. En el Presupuesto original del 2020 se aprobó un endeudamiento público de RD$246,300 millones (US$4,210 millones) y en el segundo Presupuesto reformulado de agosto se incrementó el endeudamiento necesario a RD$599,200 millones (US$10,242 millones), más que se duplicó la nueva deuda en este año tan extraordinario. Este aumento de la deuda era impensable en enero, por lo que ha cambiado totalmente el paradigma económico y la manera de pensar. 

El notable aumento de la deuda programada de US$ 4,210 millones a la suma de US$ 10,242 millones aprobada en la segunda reformulación del Presupuesto, casi representa la misma cantidad de la caída ingresos de divisas de US$ 4,500 millones y la reducción del 11 % de las exportaciones. En efecto, el costo adicional en nueva deuda para el país es igual a la caída de ingresos en divisas por las exportaciones y turismo. El Gobierno tenía dos opciones draconianas; aceptaba la realidad de aumentar la deuda pública y financiar los planes sociales y la reactivación, o dejaba sin planes de asistencia social y ayudas de agosto a diciembre, como lo dejó planeado el Gobierno anterior. 

Originalmente el país y el nuevo Gobierno anhelaban reducir la deuda reduciendo el déficit fiscal cada año, pero esos planes se vieron totalmente cambiados por la pandemia. Por eso en enero 2021 el total de la deuda consolidada alcanzará el 60 % del PIBen el 2020. Para el 2021 solamente para el pago de intereses de la deuda pública se tendrá que dedicar el 28 % de los ingresos tributarios, sin contar con las amortizaciones del principal, lo que aumentaría a 45 % de los ingresos ordinarios. Sin duda, la manera de enfrentar los grandes compromisos financieros de la nueva deuda para financiar los efectos de la pandemia es realizando una profunda reforma del sector eléctrico y del sector fiscal por el lado de los ingresos y gastos. 

La política monetaria y crediticia durante la pandemia ha sido la adecuada, de tipo expansiva y anticíclica con el objetivo de inyectarle liquidez al sistema bancario y proveer de liquidez a las empresas privadas, tan afectadas por el confinamiento y el toque de queda. La Junta Monetaria del Banco Central aprobó varias facilidades de liquidez y de reducción del encaje legal por la suma de RD$ 120,000 millones. También aprobó una Facilidad Rápida de Liquidez por RD$ 60,000 millones, para cubrir necesidades de la banca y sus clientes.

La Junta Monetaria bajó dos veces las tasas de interés de la política monetaria de 4.5 %, al 3.5 % hasta llevarla a 3 %. Igual redujo la tasa de los REPOS y facilidades remuneradas. De hecho, como resultado, las tasas de interés activas han bajado en el sistema bancario para el bien de los usuarios y la reactivación. Existe consenso en mantener una política monetaria expansiva durante el 2021.

Asimismo, la Junta Monetaria flexibilizó las regulaciones y normas prudenciales para la banca permitir a las empresas y personas refinanciar sus deudas y postergar pagos de principal.Por su lado, la política cambiaria del Banco Central tuvo el objetivo de estabilizar la tasa de cambio, a través de fuertes inyecciones de dólares de las reservas, para aumentar la oferta de divisas. En el año se inyectó más de US$6,500 millones al mercado para estabilizar la tasa de cambio cerca de RD$ 57.50.Las reservas monetarias internacionales concluyeron con US$10,300 millones.

Proyecciones Económicas del 2021.

Se espera que el 2021 será de reactivación económica, en particular a partir del primer trimestre del año. Naturalmente, la plena recuperación dependerá del avance en el control del coronavirus y del descubrimiento de una vacuna al covid-19.  El Banco Central y el Ministerio de Economía proyectan un crecimiento del PIB de 5-6 % para el 2021, con recuperación de sectores claves, tales como la minería, construcción, industria, agropecuaria, exportaciones nacionales y de zona franca y gradualmente el turismo y hotelería nacional.

Las proyecciones de los principales indicadores de la economía para el 2021, son los siguientes: crecimiento 5 %, inflación un 4%, tasa de cambio promedio RD$62.30 por dólar, precio del petróleo WTI a US$45.5 por barril, el oro a US$1,590 la onza, y el PIB nominal en RD$4,902,249 millones. La tasa de política monetaria del Banco Central se mantendrá en 3.0 %, la tasa de depósitos remunerados (overnight) al 2.5 % y los REPOS de un día a 3.5 %. Se considera que la política monetaria y de tasas de interés se mantendrán bajas y proactivas.  

Respecto a la política fiscal, el Gobierno presentó el 1 de octubre ante la Cámara de Diputados, el anteproyecto de Presupuesto Nacional de 2021, por un monto global de RD$ 1 billón 37,842 millones. Debido a que no se contemplaron gastos extraordinarios en los programas de asistencia social-salarial, el proyecto incluye una reducción de gastos de RD$172,045 millones, respecto al cierre del 2020. Se estima que el déficit fiscal bajará de 9.4% a finales del año, a 3.0% al cierre del 2021, si se cumplen las proyecciones de ingresos de capital del sector eléctrico de RD$ 87,000 millones. La fuerte reducción en un año del déficit fiscal se presta a preocupación, ya que podría afectar el crecimiento de la economía. Por tanto, el desempeño fiscal seguirá muy delicado.

El proyecto de Presupuesto 2021 contempla una estimación de ingresos totales de RD$746,313 millones, que representa el 15.2% del PIB y un aumento de 22.3 % sobre el total de ingresos esperados en 2020. Por otro lado, la proyección del gasto total asciende a RD$891,378 millones, lo que resultaría enun déficit fiscal de RD$145,064 millones, el 3.0 % del PIB. Será una reducción muy significativa del déficit de 9.4 % con respecto al 2020, que dependerá mucho que se realicen los ingresos y gastos proyectados. Las fuentes financieras brutas necesarias para financiar el déficit y cubrir el servicio de la deuda ascenderá a RD$291,528 millones, o US$4,983 millones. 

Sobre el anteproyecto de Presupuesto de 2021 surgió una fuerte reacción y controversia en el país en rechazo de siete diferentes impuestos indirectos sobre el consumo de la clase media, que estaban incluidos como fuentes de ingresos tributarios nuevos, que recaudarían solo RD$ 21,500 millones. Este paquete de impuestos resultó irritante y socialmente desproporcionado, pues gravaba a la clase media, media baja y trabajadores, y no a los grupos más ricos, con impuestos sobre el patrimonio, la propiedad, de ganancia de capital, el consumo de lujo o los altos ingresos. 

El rechazo fue general. A la semana, el 8 de octubre, el propio presidente Abinader, acudió a la nación en un discurso en el cual anunció un cambio total de la filosofía y medidas del Presupuesto.

A cambio de sacar del anteproyecto los siete impuestos propuestos, el presidente prefirió financiar el déficit fiscal y gastos con avances de impuestos de la minera Barrick Gold y del sector bancario y financiero. Se realizaron negociaciones para llegar a un acuerdo de pagos de avances de impuestos.  La Barrick avanzará US$ 95 millones, o RD$ 5,557 millones. El sector bancario acordó aportar RD$ 20,000 millones, mediante pagos trimestrales de RD$ 5,000 millones. Por tanto, los ingresos adicionales entre ambos aportes suman RD$ 25,557 millones para el Presupuesto 2021.

En el Presupuesto 2021 también se contemplan ingresos extraordinarios por la supuesta venta de activos del sector eléctrico y participaciones en otras empresas del Estado por RD$ 97,094 millones. Desglosado, por transferencias de capital de la venta de activos de la Central Termoeléctrica de Punta Catalina se estiman RD$ 87,316 millones y RD$ 9,778 millones de otros activos de la CDEEE. Se considera, pero no se ha decidido, que se venderán las acciones en las empresas mixtas Generadora Itabo y Generadora Haina, o si solo se venderán parte de los flujos de caja para generar ingresos actuales. 

Igualmente, se especula que también se podría vender el total o parte de la Central Termoeléctrica Punta Catalina de 752 MW, pero parece que el Gobierno no desea esta salida. Los enredos jurídicos y financieros y el elevadísimo costo de US$ 3,000 millones de Punta Catalina no permiten una venta sin que el Estado absorba la mitad de las pérdidas de la onerosa inversión. Por eso, todo indica que no se venderá, sino que se licitará un contrato de administración de operación y mantenimiento (O&M) solamente y que los ingresos se generarán por la venta de flujos de caja futuros de Punta Catalina, en una operación de tesorería. 

Finalmente, las bases económicas, fiscales y monetarias para relanzar el país en el 2021 están ya sentadas. Pero hay que mantener alta la inversión pública y privada para estimular la economía y la creación de empleos. Se espera un año de recuperación del crecimiento de 5-6 % y de mayor bienestar general, en el cual se dinamicen y crezcan los sectores productivos y de servicios. Naturalmente, toda recuperación dependerá del éxito de vacunar rápidamente a la población. 

Eduardo J. Tejera

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12 de enero de 2021

Economista Eduardo J. Tejera pone a circular obra

El economista Eduardo J. Tejera puso a circular de manera virtual su nueva obra titulada: “Ensayos Económicos; Informes de la Campaña Electoral 2020. Planes Originales y Crisis del Covid-19”, publicado por Editora Luz de Luna el pasado diciembre.

El libro contiene una serie de 29 ensayos económicos, informes y artículos que fueron entregados al entonces candidato a Presidente, Luis Abinader, durante la reciente campaña electoral.

Como dirigente del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y vice-presidente de la Comisión Económica del partido y asesor-colaborador de Luis Abinader, Tejera escribió asiduamente al candidato presidencial Abinader numerosos informes y notas con propuestas y observaciones y explicó las posiciones del PRM y del candidato durante la campaña electoral. Esta obra recoge una parte importante de todos los informes y artículos de asesoría al candidato Abinader.  

Algunos de los temas de los ensayos y artículos incluidos en la obra son: La Agenda 2020-2024, Nuevas Reformas del BANDEX, Política de Financiamiento de la Vivienda, Reforma de la Política Industrial-Exportadora, Continuidad del Presupuesto Nacional 2020, Creación del Primer Empleo y Becas, Aumento de la Deuda Pública, Política Monetaria, Crediticia y Cambiaria, Debate de Incentivos Fiscales vs. Gastos Tributarios.

También, Efectos del Coronavirus sobre las Proyecciones Fiscales y de Balanza de Pagos, Repercusiones de la Crisis Mundial por el Covid y la República Dominicana, Crisis Económica por el Covid-19 y Planes de Recuperación, Plan de Acciones Frente a la Crisis y Recuperación para el Nuevo Gobierno: Los Primeros Cien Días, Política de Construcción y Compras e Viviendas, Ejecución Presupuestaria de Enero a Junio, Nuevo Presupuesto Complementario, Manejo del Servicio de la Deuda Pública, Proyecto de Desarrollo de Manzanillo, Reestructuración del Consejo Estatal del Azúcar, entre otros.  

Estos ensayos y artículos recogen los planes originales y propuestas de finales de 2019 y principios de 2020, y después las rectificaciones y cambios de planes a medida que avanzaba la crisis del Covid, que cambió radicalmente la economía, con graves consecuencias sociales y sectoriales. Los artículos presentan amplias cifras, informaciones y las medidas que se han adoptado durante el complejo año del 2020. En esencia, la obra documenta con datos e informaciones y narraciones los grandes cambios en la política económica, fiscal, monetaria, crediticia y sectorial, que han ocurrido en el año, y que modificó grandemente la agenda y propuestas del presidente Abinader. 

El nuevo gobierno que surgió el 16 de agosto asumió la conducción del Estado en el medio de la peor pandemia sanitaria y crisis económica. Se presenta la forma en que Abinader tuvo que cambiar sus planes e ilusiones y adoptar planes de control de la pandemia, mantener la estabilidad macroeconómica y recuperar la economía.

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PD: artículo publicado en periódico digital Listín Diario aquí enlace

ANUNCIO DE LANZAMIENTO VIRTUAL DE NUEVO LIBRO DE ECONOMÍA DE EDUARDO J. TEJERA

En el día de hoy el economista Dr. Eduardo J. Tejera puso a circular de manera virtual su nueva obra titulada: “Ensayos Económicos; Informes de la Campaña Electoral 2020. Planes Originales y Crisis del Covid-19”, publicado por Editora Luz de Luna, en diciembre de 2020. El libro contiene una serie de 29 ensayos económicos, informes y artículos que fueron entregados al entonces candidato a Presidente Luis Abinader, durante la reciente campaña electoral. Asimismo, todos los artículos fueron publicados por el periódico digital, Acento.com, que dirige el periodista y editor Fausto Rosario Adames.


Como dirigente del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y vice-presidente de la Comisión Económica del partido y asesor-colaborador de Luis Abinader, Tejera escribió asiduamente tanto al candidato presidencial Abinader numerosos informes y notas con propuestas e observaciones, como también explicó las posiciones del PRM y del candidato durante la larga campaña electoral. Esta obra recoge una parte importante de todos los informes y artículos de asesoría al candidato Abinader.


Algunos de los temas de los ensayos y artículos incluidos en la obra son: La Agenda 2020-2024, Nuevas Reformas del BANDEX, Política de Financiamiento de la Vivienda, Reforma de la Política Industrial-Exportadora, Continuidad del Presupuesto Nacional 2020, Creación del Primer Empleo y Becas, Aumento de la Deuda Pública, Política Monetaria, Crediticia y Cambiaria, Debate de Incentivos Fiscales vs. Gastos Tributarios, Efectos del Coronavirus sobre las Proyecciones Fiscales y de Balanza de Pagos, Repercusiones de la Crisis Mundial por el Covid y la República Dominicana, Crisis Económica por el Covid-19 y Planes de Recuperación, Plan de Acciones Frente a la Crisis y Recuperación para el Nuevo Gobierno: Los Primeros Cien Días, Política de Construcción y Compras e Viviendas, Ejecución Presupuestaria de Enero a Junio, Nuevo Presupuesto Complementario, Manejo del Servicio de la Deuda Pública, Proyecto de Desarrollo de Manzanillo, Reestructuración del Consejo Estatal del Azúcar, entre otros.


Estos ensayos y artículos recogen los planes originales y propuestas de finales de 2019 y principios de 2020, y después las rectificaciones y cambios de planes a medida que avanzaba la crisis del Covid, que cambió radicalmente la economía, con graves consecuencias sociales y sectoriales. Los artículos presentan amplias cifras, informaciones y las medidas que se han adoptado durante el complejo año del 2020. En esencia, la obra documenta con datos e informaciones y narraciones los grandes cambios en la política económica, fiscal, monetaria, crediticia y sectorial, que han ocurrido en el año, y que modificó grandemente la agenda y propuestas del presidente Luis Abinader.

El nuevo gobierno que surgió el 16 de agostoasumió la conducción del Estado en el medio de la peor pandemia sanitaria y crisis económica. Se presenta la forma en que el nuevo presidente Abinader tuvo que cambiar sus planes e ilusiones y adoptar planes de control de la pandemia, mantener la estabilidad macroeconómica y recuperar la economía.

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28 de diciembre de 2020

DECLARACIONES DE EDUARDO TEJERA SOBRE RESULTADOS ECONÓMICOS DEL 2020 Y PERSPECTIVAS DEL 2021

El economista Eduardo Tejera miembro de la Junta Monetaria expresó que a pesar de la grave crisis económica y social producida por la pandemia covid-19, la nueva administración del presidente Luis Abinader, ha logrado mantener la estabilidad macroeconómica y recuperar cada mes la producción y el empleo. Señaló que ha habido importantes ahorros fiscales de más de RD$ 18,000 millones en cuatro meses y mejorías en las recaudaciones tributarias, que unido a la mayorracionalidad y eliminación del gasto superfluo se ha podido reducir el déficit fiscal de lo proyectado en agostode 9.3 % del PIB, a concluir el año con un déficit cercano al 7.3 %. Un gran logro del Gobierno.

Para Tejera el año 2020 ha sido de desafíos sin precedentes, que ha generado una recesión temporal en la economía, pero que ya ha comenzado a cambiar con la combinación de medidas monetarias y crediticias expansivas y reducción de las tasas de interés en la banca acompañado de una política fiscal de estímulo y expansión, con el objetivo de recuperar la economía y los sectores productivos. Lamentablemente, la economía decrecerá en alrededor de 6.5 % este año, por el cierre de los negocios y el toque de queda y la misma crisis mundial de la pandemia. El turismo ha sido como es sabido, el sector más afectado y que requiere de ayudas económicas y crediticias especiales para el 2021. 

La adecuada política monetaria ha movilizado más de RD$ 190,000 millones en facilidades de liquidez para las empresas, el empleo y salario, el consumidor, inyecciones de divisas y ha logrado con éxito mantener al sistema bancario y financiero con fluidez monetaria y crecimiento de los préstamos al sector privado en 8.6 %. Se proyecta que la inflación termine el año alrededor de 4-5 %, tasa de cambio de RD$ 58.10 por un dólar, reservas internacionales de US$ 9,400 millones y en sostenida recuperación económica a medida que se abren los negocios y se controla los contagios del covid 19.

El Presupuesto Nacional promulgado en ley, proyecta para 2021 unos ingresos totales de RD$ 743,932 millones y un total de gasto de RD$ 891,378 millones, que si se cumplen las metas terminaría con un déficit fiscal de 3 %, o RD$ 145,065 millones, que representa un fuerte ajuste preocupante con respecto al déficit de 2020 esperado de 7.3 % del PIB.

El manejo fiscal en el próximo año será complejo y difícil, pero no imposible o fuera de control. Los ingresos tributarios muestran una mejoría del 22 %, a medida que se sale de lo peor de la crisis y mejoran las recaudaciones. Para Tejera hay que buscar fórmulas para aumentar las inversiones en obras públicas, que son las que más dinamizan la economía y el empleo y a los subsectores de suplidores y materiales de construcción.

Tejera prevé una continua recuperación durante el 2021, que debe depender del esfuerzo conjunto vital del sector privado y de las políticas fiscal y monetaria expansivas del Gobierno Central y el Banco Central. La proyección del crecimiento de la economía es de 5-6 % y con inflación del 4 % para el 2021. Estaremos, pues, en plena recuperación.

Eduardo J. Tejera

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23 de diciembre de 2020

El economista Eduardo Tejera considera que hay cambios favorables en la política económica y en las perspectivas para 2021

El economista Eduardo Tejera dirigente del PRM expresó que en estos primeros Cien Días de Gobierno del presidente Luis Abinader, se ha observado un cambio muy favorable en el manejo de la política económica y fiscal. Se observa un cambio de mejoría en las recaudaciones tributarias, la racionalización del gasto público y una adecuada política monetaria proactiva, que apoya e impulsa la recuperación del crecimiento de la economía y la creación de empleos. Las inyecciones de liquidez, los Repos y la reducción del encaje legal por un total de DD$ 190,000 millones han sido vitales para sostener y dinamizar al sector privado y darle fluidez financiera al sistema.

Para Tejera se respira un ambiente diferente en el país, de mayor institucionalidad, decencia y control de la corrupción. El modelo económico y político ha cambiado y cambiará más en el año 2021. El presidente Abinader está liderando personalmente las iniciativas de las grandes inversiones y proyectos empresariales. Se nota un optimismo en la sociedad, pues lo peor de la crisis provocada por el Covid-19 ha pasado y ahora con la apertura gradual y el mayor control de los contagios, se evidencia un mayor actividad económica y sectorial. 

Por reducción del gasto superfluo y despilfarro el Gobierno ha ahorrado más de RD$ 16,000 millones, a la vez los ingresos corrientes han aumentado, lo que ha reducido el déficit proyectado para el año. Tejera ponderó que el déficit fiscal al 16 de agosto de 2020 ascendió a RD$ 197,394 millones, y alcanzó RD$ 222,311 millones al 31 de octubre, resultando solo en un aumento de RD$ 24,917 millones, que representa una disminución del ritmo de la brecha estimada. Estas cifras demuestran un bien manejo del Presupuesto y de la economía, que augura un mejor 2021. 

Con la llegada de la temporada alta de turismo en diciembre se espera un mayor flujo de divisas y empleos, lo que apuntalará la recuperación de la economía, la balanza de pagos y disminuirá el desempleo. Se espera que la economía crezca de 5-6 % en el 2021 y que el país gradualmente vuelva a la normalidad, más rápido después del descubrimiento de la vacuna contra el covid.

Eduardo J. Tejera

23 de noviembre de 2020

Nuevo Presupuesto Nacional Complementario

El nuevo Gobierno presidido por el Lic. Luis Abinader sometió el 24 de agosto de 2020 el segundo Presupuesto Nacional Complementario, que reformula el Presupuesto original de diciembre de 2019 y su primera modificación mediante la Ley 68-20 en julio. Este proyecto de ley plantea las nuevas necesidades, prioridades y compromisos del nuevo Gobierno del cambio delpresidente Abinader.  

En efecto, este Presupuesto Complementario refleja las graves consecuencias y costos económicos y sociales de la profunda e inusitada crisis que ha creado la pandemia covid-19 en nuestro país y el mundo. Para República Dominicana es la crisis más severa y generalizada a todos los sectores desde la Gran Depresión del 1929-33. Ha sido un impactante drama sanitario, de confinamiento toque de queda y parálisis de la economía, como nunca se había. No ha sido una crisis sectorial, sino sistémica de todo el país.

Tres Presupuestos Nacionales en un Año.

En el cuadro a continuación se presentan las cifras básicasdel Presupuesto original, la primera modificación de julio y esta segunda reforma del presupuesto para el período de septiembre a diciembre del 2020. Es un Presupuesto Nacional de emergencia enfocado a mantener la cohesión y protección social con costosos programas de asistencia monetaria, de inyectar más recursos a la Salud, la Educación y los planes de reactivación turística, agrícola y de obras públicas. Pero, sin duda, es un caso de excepción dramática.

La proyección de ingresos corrientes del Presupuesto original ascendía a RD$ 748,200 millones, que por los efectos de la crisis y cierre de negocios, para julio se re-estimaron en bajar a RD$ 673,100 millones para el año, pero esta cifra quedó insuficiente y la caída de las recaudaciones ha sido mayor y más prolongada en el tiempo. Por tanto, la nueva estimación de ingresos en esta modificación se disminuye aún más a RD$ 610,400 millones, o sea una disminución de las recaudaciones de RD$ 62,745 millones, contra lo aprobado en la reformulación de julio. 

La caída en las recaudaciones de septiembre a diciembre sigue severa, aún con media economía abierta, porque los ingresos del ISR y el ITBIS se mantienen bajos. Por eso la proyección de ingresos tributarios para el año asciende a solo RD$ 610,400 millones. 

Por el lado de los gastos, por el contrario, los mismos aumentan de forma notable para el año, para sostener la economía y el cuerpo social-laboral. Esto se debe por la prolongación de la crisis y por extender todos los planes sociales hasta diciembre, que en conjunto cuestan RD$ 88,980 millones, para financiar Quedate en Casa, FASE y Para´ti.

El nuevo total de gastos para el año se proyecta en RD$ 1,029,000 millones, un aumento de RD$ 171,000 millones contra el Presupuesto original y RD$ 122,000 millonesadicionales, contra el Presupuesto Complementario de julio. Una cifra altísima para mantener la economía y el bienestar social. La caída de los ingresos corrientes y el gran aumento de gastos producirá un enorme déficit fiscal para todo el año de RD$ 418,300 millones, o el 9.3 % del PIB. Un desequilibrio fiscal sin precedentes históricos.

La evolución de las proyecciones del déficit fiscal durante el año ha sido dramática e impactante. El Presupuesto original estimó un déficit de RD$ 110,300 millones para el 2020, o el 2.3 % del PIB. Para julio se modificó la proyección a RD$ 234,000 millones, o el 4.9 % del PIB. Sin embargo, al 16 de agosto el déficit llegó a RD$ 192,000 millones, sobrepasando la proyección del Complementario de julio y lo dejó absoleto. Ahora en esta reformulación, el déficit ascendería a RD$ 418,300 millones, o el 9.3 % del PIB.

Las proyecciones de endeudamiento público y aumento de la deuda para el año es algo nunca pensado en circunstancias normales. Jamás imaginé que en seis meses cambiaría la finanzas, la economía y la deuda pública de manera tan exorbitante. Pero no queda más remedio, pues la prioridad es la gente, su salud y bienestar. El país no tiene otra salida que contratar más deuda y financiar los flujos deficitarios internos y externos, so pena de un colapso económico y gran sufrimiento para la población. Veamos el cuadro siguiente.

En el Presupuesto original del año se aprobó un endeudamiento público de RD$ 246,300 millones, para financiar el déficit fiscal estimado. En el Presupuesto Complementario de julio de 2020, se aprobó un financiamiento global de RD$ 397,202 millones. En el segunda reformulación de agosto se aumentará en RD$ 202,000 millones adicionales. El total de financiamiento público, producto de la crisis, ascenderá a RD$ 599,200 millones, o US$ 10,156 millones. De septiembre a diciembre habrá que buscar financiamiento en el mercado externo e interno la suma de RD$ 202,000 millones, o US$ 3,424 millones. La deuda total consolidada llegará cerca del 60 % del PIB, un salto impensable.

Cambios de Asignaciones.

En el nuevo Presupuesto se realiza una serie de re-asignaciones a los ministerios e entidades autómonas, para adecuar los montos a las nuevas políticas económicas y sociales y las prioridades del Poder Ejecutivo.  

En total, los gastos se aumentaron en RD$ 139,275 millones, de los cuales RD$ 122,057 millones se destinana diferentes ministerios y organismos y RD$ 17,218 millones a aplicaciones financieras. Dentro del total, el costo de los tres programas de asistencia salarial son RD$ 88,980 millones, en planes esenciales para mantener la liquidez y el consumo básico a los empleados y trabajadores desempleados.

Se destinaron recursos adicionales para las siguientes instituciones. Para la Salud RD$ 17,467 millones, Educación RD$ 10,000 millones más, para subsidio de la CDEEE RD$ 7,650 millones, para Obras Públicas RD$ 6,087 millones, Banco Agrícola RD$ 5,000 millones y los ya señalados RD$ 88,980 millones para los programas sociales.

Política Monetaria y Crediticia.

Por las limitaciones de las finanzas públicas, una parte esencial de la política de reactivación de las empresas y de sostener la demanda y el consumo, tendrá que seguir viniendo por la política monetaria, crediticia y cambiaria. El Banco Central desde que comenzó la crisis sanitaria, ha creado y mantenido necesarios programas de apoyo a la liquidez monetaria del sistema, en asistencia a los sectores productivos. Ha liberado encaje legal por más de RD$ 120,000 millones, planes de créditos a la banca con REPOS en pesos y dólares y la Facilidad Rápida de Liquidez por RD$ 60,000 millones.   

La proactiva política monetaria es y será el sostén de la recuperación económica en los próximos años. Soy de opinión que la movilización del ahorro nacional hacia las inversiones y el consumo privado será fundamental. El compromiso con la estabilidad macroeconómica y coordinación de la política fiscal y monetaria será muyindispensable en medio de la crisis. Es un eje fundamental de la alta política económica.

Finalmente, es una situación muy triste y dramática, que el nuevo Gobierno de Luis Abinader, lleno de planes e ilusiones preparadas por años, llegue al poder en momentos de una de las crisis sanitaria, económica y social más difíciles y complejas para la nación. Hay esperanzas y hay desafíos para este país y el mundo. Los problemas generan sus soluciones creativas y crean nuevos paradigmas de ideas y políticas económicas. El proyecto de Presupuesto Complementario debe ser aprobado rápido por el Congreso Nacional como una necesidad inevitable de la crisis que nos azota.

Eduardo J. Tejera

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27 de agosto de 2020